Nos sigue mostrando el valor, valentía y emblema de nuestra tarea docente en el Día de les Trabajadores de la Educación.
Cuántas historias aparecen en la memoria de muches, cuántos sucesos que marcaron un antes y un después en la vida de quienes eligen hacer historia en la escuela pública. La oscuridad de la última Dictadura Cívico Militar había generado un gran desarraigo de les docentes y sus derechos, interviniendo de la manera más criminal en la educación, implementando un ‘’shock’’ represivo en todos los sistemas de enseñanza.
Terminada esta etapa en 1983 con el gobierno de Alfonsín, se buscó realmente una política decididamente transformadora pero de difícil instauración, ya que estaba conformado por sectores radicales modernos junto a otros más conservadores, dificultando la política de transformación. Por otro lado el gobierno no comprendió la exigencia de solucionar la situación salarial de les docentes, por lo que les educadores llegaron a su mayor grado de organización gremial, dando lugar así al encabezamiento de un sindicato mayoritario, CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de La República Argentina). La relación con las provincias donde había ganado el peronismo fue pésima y como consecuencia de ese enfrentamiento político, retuvo en varias oportunidades la entrega de fondos de coparticipación.
Durante 1987 hubo varios paros pero ninguno fue suficiente para lograr lo que se exigía, por lo que a principios del año siguiente la CTERA creó un nuevo plan de lucha por tiempo indeterminado, bajo la consigna de no iniciar las clases de 1988. Durante los 42 días de huelga se exigió: Salario único en todo el país, remuneración equivalente al trabajo, paritarias nacionales para dar lugar a un debate que exija la igualdad de condiciones de trabajo dignas para todes les trabajadores, ley de financiamiento educativo y ley nacional de educación. La falta de respuestas, culminó en una larga y extensa marcha, organizada en tres columnas: Norte, Sur y Oeste.
El 14 de marzo de 1988 se decidió de una vez por todas decirle NO al abandono de la escuela pública. Desde los 4 puntos cardinales del país, se inició una histórica movilización, llamada la MARCHA BLANCA, en defensa de la docencia argentina por tiempo indeterminado. Codo a codo, les docentes argentines caminaron rumbo a Plaza de Mayo, con ilusiones, esperanzas, grandes desafíos y nuevas historias por contar. Era muy común y emocionante ver en las calles de Buenos Aires, las familias salir al balcón a colgar los guardapolvos de sus hijes en sinónimo de apoyo a la causa. Realmente esta lucha marcó un antes y un después, donde la valentía de les docentes subió flameante hasta lo más alto de la cúspide de la revalorización de los derechos de la educación, dejando una huella imborrable en la historia de lucha de les trabajadores, hoy convertida en bandera hecha de dignidad y coraje.
Gracias a ese mágico y entrañable compañero, nuestro querido guardapolvo blanco, que tengo el placer y honor de llevar. Aquel compañero que al caminar por las aulas nos marca paso a paso nuestra gran convicción educativa, ese guardapolvo con el que izamos todos los días nuestra bandera en las escuelas de la patria.
… NO HAY QUE PERDER LA ESPERANZA DE QUE EL SUEÑO DE UNA VIDA MEJOR PARA TODES Y SER FELICES EN LAS AULAS, ES POSIBLE…
¡GRACIAS MAESTRES!
Martín Sebastián Orlando
Docente de Nivel Primario
Para Palabra Activa