Por Gustavo Zapata *
Es hora de revisar muchas prácticas y teorías cuando la mitad de la clase trabajadora en si, esta en relación de dependencia, cobra un sueldo en blanco y cuenta con algunos derechos asediados por la complicidad del gobierno y sus jueces de la injusticia.
Y no digo resignarse o adaptarse a la miseria del mundo real que nos presentan. Las pantallas y redes están saturados por los que en medio de un paro de trenes salen a consultar a los pasajerxs, o en Ezeiza (en medio de la pretensión de liquidar Aerolíneas). Pilotos u otros laburantes protestan, pero lxs noterxs prefieren registrar a quienes pueden viajar y se les atrasa el vuelo.
La prensa visual sólo se preocupa de lxs trabajadorxs para preguntar cuando hay un paro. Publican gustosos si algún sindicalista mete la mano en la lata (entre más de 3000 sindicatos…) o usan con facilidad categorías mafiosas frente a los que son elegidos por sus compañerxs para organizar a los más débiles.
Ahora quiero pensar en esos millones que cada día salen a buscarse el mango desde la individual. Por ej esxs muchachxs que corren con motos precarias para juntar la moneda. Que no quieren patrón, horario fijo, ni aportar a ningún sindicato. Los convencieron de que les roban y no que defienden o conquistan derechos desde y para el conjunto. Podrán sobrevivir si tienen salud, mientras sean jóvenes. Se hacen cargo de su herramienta y costos. Deben incluso pagar para ser parte de un sello y están desamparados, a la intemperie. No tienen tiempo para otra cosa que atender el celular, porque de ahí sale el llamado que les dará de comer. Pueden hacer muchas horas y ninguna será extra, porque solo dependen de la simple acumulación de viajes. Cada salida es una apuesta donde se juegan la vida y el fierro.
¿Qué pasaría si alguien que quiera empezar a considerarlos laburantes, les construye algunas paradas cubiertas, con duchas o lugar para comer algo, que les permita acceder a créditos blandos para actualizar sus monturas? O combustible subsidiado.
No digo ya que las escuelas técnicas experimenten con bicicletas o motos con motor eléctrico más eficientes. Que haya lugares fijos para cargar electricidad y otras facilidades que les permita un momento para pensar y organizarse… La tecnología existe. Es posible, pero hay que ponerse a articular lo disperso y pensar en el sector.
Otros producen servicios. Brindan una actividad social útil a la comunidad. Un peluquero por ej. Pero paga los mismos salvajes alquileres que cualquier hijo de vecino. ¿Por qué no hay facilidades legales para que quien produce con precios diferenciales? ¿Qué lo impide? Sólo la voracidad de los que quieren vivir de renta con la necesidad ajena, en un mercado que construye torres vacías para pagar menos impuestos.
Hace unos años presentamos a un ministro un sistema de pagos de servicios con la sola presentación del documento, por código QR. Los bancos lo hacen con facilidad. Eso hubiese blanqueado gran parte del trabajo invisible, con posibilidades de aporte jubilatorio y obra social para alguien que trabaja cortando pasto o recolectando cartón, ponele… pero fue rechazado porque el formato para gestionarlo era una cooperativa. El esquema mental de muchos de los cuadros de gestión acepta negocios de empresarios, pero les cuesta imaginar cómo lo pueden hacer lxs trabajadorxs organizadxs.
El sistema cooperativo, las fábricas recuperadas y otros emprendimientos contienen semillas que deben ser cuidadas especialmente. No son salvavidas marginales, sino pymes posibles y empresas que generan producción no monopólica. Cuidarlas con un equipo de especialistas desde la gestión, que facilite y los ayude a crecer es imperativo. Que el Estado local les compre prioritarimente (en la medida de su capacidad productiva) es imprescindible para equilibrar la amenaza siempre presente los milmillonarios acostumbrados a comprar jueces, políticos y servicios. Organizar los emprendimientos locales es no sólo un poco más de asado y menos de cemento, sino generar una cadena de valor a escala que autonomiza la economía. Morón tiene una marca local y está avanzando en ayudar esos encadenamientos de pymes por rubro, un avance.
Hay mercados distribuidores, pero no alcanza… si los que deben pagar los precios de transporte no llegan. Hacen falta micros accesibles y que lleguen a los barrios más alejados.
Hoy hay comedores por escuela y con la entrega de alimentos a lxs alumnxs, se cubre una parte imprescindible de la dieta infantil (si bien no hay verduras ni carne: difícil la logística, pero necesarios).
Qué pasaría si en los centros de jubilados se armaran comedores (no ollas populares) con viandas a precio de costo para hipertensxs, diabéticxs, colesterol, obesidad, entre otras afecciones de las personas mayores. ¿No sería algo en que potenciar a los que se gradúan de los centros de formación laboral con cursos de gastronomía especializados y de calidad? ¿Es tan caro empezar con experiencias piloto y perfeccionar para llegar a escala? ¿ No es menos costoso y con más valor humano de corto plazo que, por ej. una obra grandiosa que nadie agradecerá, no reconocerán y será parte del paisaje?
Reconstruir una economía no es sólo convencer a los sojeros que liquiden los dólares de nuestra tierra. Además: ¿por qué habrían de hacerlo si sus familias nacieron ladronas, crecieron explotando trabajo esclavo y extorsionando a los gobiernos para darles los pesos que quieren … o evadir los dólares sin control?
Vivimos en un sistema que endiosa la propiedad privada (del que llegó antes y se quedó con lo público) y la ganancia como motor. Llegamos a tener varios de los milmillonarios del planeta.
Es hora de pensar en cómo vamos a sobrevivir como sociedad y no sólo en garantizar el beneficio de esta gente.
*Secretario General CTA Regional Morón-Hurlingham-Ituzaingó
En la nota hay propuestas muy válidas. Sería bueno darles forma con una planificación estratégica. Fijar objetivos, ejecutores (mujeres y hombres capaces de desarrollar las tareas), recursos materiales y plazos a cumplir. Así como el sitio en que se desarrollará cada proyecto.
Es decir: qué, con quién, con qué, cuándo y dónde se hará cada cosa que el autor propone.
En caso contrario será solo un deseo.
Gracias por su acompañamiento a pensar. En los sindicatos, centros de jubilados, clubes y otras organizaciones de la sociedad civil hay un.potencial que debe ser articulado. Aislados peleamos la baldosa…