La muerte violenta de las mujeres y el colectivo LGBTIQ+ por razones de género, femicidios, transfemicidios, travesticidios es la forma más extrema de violencia, una de las manifestaciones más graves de la discriminación y una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo.
Los datos duros, los números, nos acercan a la verdadera dimensión del problema y nos estremece.
Según el informe de la Casa del Encuentro, en Argentina, en 1 año, desde noviembre del 2021 a noviembre del 2022 se registraron 300 femicidios, 7 transfemicidios y 17 femicidios vinculados En ese período 338 hijas /hijos quedaron sin madre, el 64 % son menores de edad.
Así mismo se registraron 3 transfemicidios, pero sabemos que esta cifra se encuentra subrepresentada, porque su invisibilización obstaculiza el registro y a la vez refleja que sigue siendo un colectivo de personas negado, ocultado y estigmatizado.
Si extendemos la mirada hacia América Latina y el Caribe en el 2021 al menos 4.473 mujeres fueron víctimas de femicidio en la región según la CEPAL Observatorio de Igualdad de Género en América latina el Caribe.
Esto representa al menos 12 muertes violentas de mujeres por razón de género cada día en la región.
Todas las violencias por razones de género se sostienen con los patrones culturales, que son de los nudos más complejos de desarticular debido a su arraigo histórico y estructural. Son, sin duda, los que alimentan estas violencias patriarcales, discriminatorias basadas en la cultura del privilegio.
Para hacer referencia a la situación en nuestro territorio, Hurlingham, tenemos que destacar que en estos últimos 10 años se avanzó en la creación de instituciones locales específicas como es la Secretaría de Género y Diversidad, y la creación de la mesa interseccional, decisiones tomadas acorde al impulso de las políticas Nacionales y provinciales y a la lucha permanente de las organizaciones sociales en las calles.
Asimismo y con ánimo de aportar a la construcción tenemos que señalar que falta mucho para que estos espacios cuenten con condiciones para llevar adelante intervenciones integrales articuladas que sean efectivas herramientas para las mujeres y personas de identidad sexo genéricas diversas que lo requieren. Hablamos de que es indispensable la formación en perspectiva de género y diversidad de les trabajadores y su personal a cargo, y por supuesto, de las condiciones de trabajo dignas, con salarios no precarizados para que esta tarea pueda realizarse.
En los espacios educativos la ESI (Educación Sexual Integral) con resultados verificables, indican que debemos caminar en este sentido y profundizar estas políticas de formación y concientización.
Decimos más Estado, menos violencias porque tenemos pruebas que cuando se gobierna con estados débiles, las violencias se profundizan. Exigimos la efectiva implementación de las políticas públicas contra la violencia de género, profundizando las campañas de prevención/asistencia haciendo efectivos los programas con un presupuesto acorde y efectivo.
Sustentamos el lema de “NI UNA MENOS:
“Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este poder judicial no hay Ni una menos”
Que los próximos años nos encuentren superando nuestros propios objetivos.
Que no haya que lamentar una sola pérdida más de vidas por haber nacido mujer o ser quienes somos.
Que los femicidios y transfemicidios empiecen a ser una página superada de nuestra historia como humanidad.
Fuentes
Basado en el Documento del Foro de Géneros de Hurlingham, leído en el encuentro por el homenaje a LAURA IGLESIAS a 10 años de su femicidio. 3 de junio 2023.
https://www.elpopular.com.ar/nota/19305/2023/06/hubo-un-femicidio-cada-31-horas-desde-la-primera-ni-una-menos