Un fenómeno de marketing, experimento sociológico y envasado de adulteraciones ideológicas, hace necesario entender qué expresa esa vieja categoría utilizada por el ex empleado de dictadores.
Si uno estudia historias de anarquistas y busca entender la ética de hombres y mujeres que ponían su vida en militancia integral, ampliando el debate político y poniendo el cuerpo, incluso sacrificándose por sus ideas libertarias. Ni estado, ni patrón, ni dios, ni amo.
Osvaldo Bayer nos ilustra en sus textos sobre la Patagonia Rebelde, reprimida con el brazo salvaje de un espadón sin moral, como Benigno Varela. Conocer sobre la vida de seres luminosos que encaminaron deseos de justicia e igualdad quemándose en la acción, como Kurt Wilkens o Severino Di Giovanni y de las compañeras que levantaron la rojinegra y organizaban a sus iguales, banderas que hoy se están convirtiendo en avances sociales civilizatorios, como la lucha por la interrupción voluntaria del embarazo, la libre elección sexual, la igualdad laboral de género…
Hoy, en programas a toda hora, un señor con peluca alborotada levanta la voz insultando al universo, un hombre grande… (esto suena mejor dicho) remedando gestos que en el discurso de adolescentes o exaltados por substancias psicotrópicas o alcohólicas sería comprensible.
Y menos grotesco, sino peligroso: ese show mediático del personaje construido reciclando gesticulaciones ya estudiadas por el viejo Fito allá en los treinta, se convierte en la esperanza de jóvenes y otros humanos capaces de tenerlas.
Útil sería preguntarse por qué no les resultan atractivos discursos y acciones de otrxs personalidades comprometidas con la tarea de conducir en política disputando cargos para concretar políticas para mayorías o minorías. Voy a intentar focalizar en qué significa esta válvula de financistas especuladores adeptos al descontrol sobre sus trampas financieras.
Cuando los manejadores de capitales, parásitos de la producción y del comercio que multiplican dinero con dinero quedándose con la mayor tajada, atacan las regulaciones estatales, dicen lo mismo que grita este peluche. Lo que con el celular emiten órdenes para mover millones, aprovechando grietas y descuidos para sacar provecho del trabajo ajeno, luego transpiran el seso eludiendo el pago de impuestos a un Estado que los convierta en salud, educación, seguridad, defensa, obras públicas, planes sociales. Buenos o malos, los impuestos sostienen a las sociedades organizadas.
Evasores como el confeso ex presidente, turista libre tras cuatro décadas de contrabando, fuga y abuso de negociados, levantan su bandera de libertad de mercado sin mencionar las consecuencias de estas acciones.
Los atletas del eterno presente, el último alerta de televisión/pantallita azul, se escandalizan por un motochorro depredador de débiles pero no de la confesión de un líder delincuente. Paradoja de lobos que desconoce nuestra historia nacional y de la clase trabajadora, oyentes de la desmesurada pantomima antisistema… de un profesional del nicho de mercado.
Mi homenaje sentido a aquellxs viejxs capaces de pasar hambre y no tocar la caja del sindicato, de organizar allí donde estuvieran, con libros e ideas, para que la Humanidad halle el camino de la fraternidad y la justicia social. Mi abrazo a lxs que hoy pelean con su conciencia, combaten el mercado de almas, levantan la mano no para golpear sino para tomar una herramienta o señal, para que podamos ser hermanxs.