En medio de una creciente conflictividad social y una re-orientación económica de difíciles proyecciones el panorama político se complejiza. La avanzada judicial contra CFK fue la respuesta que la derecha nacional e internacional, encontró para enfrentar la masiva movilización popular del 17 de agosto. Palabra Activa analiza esta compleja coyuntura.
El pasado 22 de agosto, “casualmente” al recordarse el 50° aniversario de la masacre de Trelew, el Poder Judicial explicitó su furiosa embestida contra una de las principales figuras políticas de la historia argentina. Tras una cinematográfica exposición del verborrágico fiscal Luciani, Cristina Fernández y varios de sus ex -funcionarios y colaboradores más cercanos fueron catalogados como miembros de una supuesta asociación ilícita que carterizó la obra pública en Santa Cruz para defraudar al Estado por más de 1000 millones de dólares. El pedido de 12 años de prisión efectiva y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos debe ser leído como un eslabón más en una larga cadena de hostigamiento público y mediático que no tiene otro objetivo que esmerilar a la dirigente que más preocupa a la derecha.
Como antes los sufrieran Zelaya en Honduras, Lugo en Paraguay, Correa en Ecuador, Evo en Bolivia y Dilma y Lula en Brasil; Cristina ahora enfrenta una continua persecución judicial que debe ser entendida como parte de la campaña electoral para 2023.
La ferocidad del escarnio público al que la actual vice-presidenta es sometida no puede dejar a dudas sobre las profundas fuerzas reaccionarias que se coaligan en su contra, como tampoco la escalada continental. La guerra judicial contra las y los líderes populares de la región debe ser entendida como un golpe blando por goteo que tiene sus raíces en el Departamento de Estado de EEUU y encuentran en los grupos dominantes y los medios monopólicos sus brazos ejecutores. De allí que los sectores populares debamos estar más que nunca, unidos, organizados y movilizados para afrontar las difíciles batallas que se avecinan. Una semana antes que este terremoto político-judicial cooptara el centro de la escena, una multitudinaria movilización popular (protagonizada esencialmente por las centrales obreras y los movimientos sociales) se expresó en las calles contra los formadores de precios, las cámaras empresarias y las patronales agrarias. Esa masiva demostración de fortaleza popular permitió también comprobar que la musculatura de la clase trabajadora ocupada y desocupada no sólo está intacta sino, además, dispuesta a dar pelea.
Mientras la derecha se refugia en los oscuros pasillos de los tribunales, se pavonea destilando odio en los bien iluminados sets televisivos y golpea el bolsillo de las grandes mayorías con remarcaciones seriales de precios y corridas cambiarias; las clases trabajadores de la Patria ganamos las calles masiva y ruidosamente.
Ese será el campo de batalla. Ese será nuestro destino: la unidad, la lucha y la victoria.
EDITORIAL
Por Palabra Activa
De acuerdo en todo. Es hora que TODOS las agrupaciones politicas de bandera Peronista y las que comulguen con el mismo proyecto de PaisCON INCLUSION esten/mos verdaderamente UNIDOS. dejando de lado por el momento ansias electoralistas. ARGENTINA ESTA EN PELIGRO. ABRACEMOS A CRISTINA Y TODO LO QUE ESO SIGNIFICA. !