Por El Martillo*
La Sra. Soledad Acuña, ministra de educación, debería pedir disculpas a la sociedad argentina por su denotada ignorancia en relación a la ley vigente.
Es de público conocimiento que una buena alimentación es esencial para el buen funcionamiento del organismo para favorecer las capacidades: lenguaje, motoras, mentales, neuronales, etc., así como también para tener suficiente energía para enfrentar las actividades diarias, tales como; la escolaridad, el trabajo, sociabilidad y aún más, poder llevar adelante una sexualidad plena.
Entendiendo la salud desde una perspectiva holística podemos decir que la alimentación es todo lo que ingresa a nuestro organismo, incluso las palabras que nos definen a través del lenguaje y el ambiente en el que crecemos y vivimos. Si estas son de amor, la alegría y confianza estarán presentes, si por el contrario son de odio, el mundo se hará más difícil y vertiginoso.
“La ministra de educación porteña soledad Acuña está enterada de este importante tema, es por ello que ha creado un programa alimenticio dedicado para las escuelas: utilizando la jurisprudencia argentina sobre derechos humanos como papel higiénico, pasándoselo por el recto y con esa sustancia orgánica de sus entrañas, envía este producto a las instituciones educativas con poder de ley para que se reproduzca “la violencia que viene de arriba” como alimento. Esta se suma a otras violencias ya naturalizadas en las instituciones educativas como: la desinversión edilicia, abandono de obras, falta de cupo en vacantes, pobre suministro de merienda escolar, persecución a docentes que llevan adelante la ESI (Educación Sexual Integral) provocando un ambiente emocional inhabitable. Son algunos de los sazonadores que van a parar a la olla de la violencia institucional.
La digestión es un proceso en el cual ingresa un producto a nuestro organismo y este lo transforma, dividiéndolo en nutrientes y desechos. Lo mismo ocurre con la información con la cual tomamos contacto. Por ello es común escuchar: esto o aquello me cuesta digerir, como sinónimo de poco entendimiento. Al respecto cabe la pregunta: ¿porque a algunas personas les cuesta más digerir la utilización del lenguaje inclusivo y no su prohibición? ya que prohibir está en contra de la libre expresión. LEY N° 4.565 Artículo 1º.- La Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza el derecho de todas las personas a expresar y difundir libremente, por cualquier medio de su elección, informaciones, opiniones, ideas y manifestaciones culturales de toda índole, sin ninguna restricción directa o indirecta, ni censura de ninguna clase.
Por otra parte la Ley 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas niños y adolescentes en su art. 11 habla explícitamente del Derecho a la Identidad.
A través del acto sancionado por el código penal en el artículo 248 queda demostrado que la ministra de educación está incumpliendo con sus deberes de funcionaria pública al no respetar el cumplimiento de las leyes.
Concluimos que podemos estar de acuerdo o no con una expresión de la cultura como lo es el lenguaje inclusivo, pero no, estar en contra de la ley.
Queda más que explicita la perversa violencia institucional llevada adelante por el gobierno de la ciudad contra la comunidad educativa.
Acuarela de Damián Ro
*Colectivo Artístico formado por docentes y artistas
egresades de la UNA (Universidad Nacional de Arte)
Fuentes: Código penal de la nación Argentina, ley 26061, ley 4565 https://www.facebook.com/GrupoElMartillo