La creación y puesta en funcionamiento en el mes de abril, de la Escuela Secundaria Preuniversitaria de Formación Profesional de la Universidad Nacional de Hurlingham es un motivo de celebración para quienes defienden el derecho a la educación y la democratización de oportunidades. Es, sobre todo, una invitación concreta a ser parte de un proyecto formativo colectivo, para personas de entre 15 y 18 años a las que, por diversas circunstancias en sus trayectorias individuales, una y otra vez les venía tocado estar afuera.
Aquellas/os jóvenes que no se incorporaron nunca a ninguna de las ofertas de la educación secundaria obligatoria; que iniciaron su trayectoria en el nivel secundario y, por distintos motivos, se desvincularon perdiendo su condición de alumnas/os regulares; o que repitieron al menos dos veces consecutivas un determinado año escolar, tienen la posibilidad de convertirse en estudiantes de esta nueva institución que les propone finalizar la secundaria y, al mismo tiempo, obtener una formación profesional.
La propuesta articula los contenidos de la escuela secundaria obligatoria con la formación profesional en el sector de informática, con un diseño estructurado en 4 niveles (1: Gestor/a de sitios web; 2 y 3: Programador/a web;4: Administrador/a de sistemas web). Así, busca potenciar la inserción sus estudiantes en el mundo del trabajo, al tiempo que promueve su continuidad educativa y el acceso al nivel superior.
Con esos objetivos, la Escuela Secundaria Preuniversitaria de Formación Profesional parte del reconocimiento de las particularidades de las/os jóvenes que ingresan para ponerlas en juego en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Tiene como metodología de trabajo convocar e interpelar a las/os estudiantes desde sus vivencias cotidianas, para ponerlas en relación con lo que se aprende en la escuela y evidenciar lo significativo de esos conocimientos para su aplicación en la vida diaria y para una mayor y mejor comprensión del mundo que las/os rodea.
Las /os estudiantes trabajan en proyectos integrados que combinan teoría y práctica y conforman grupos de aprendizaje que los ejercitan en la participación ciudadana y, sobre todo, en la importancia de aprender con otras/os.
Esta Escuela sienta sus bases institucionales y pedagógicas en las necesidades, intereses, culturas y formas de vida de las/os jóvenes que la conforman, proponiéndoles experiencias escolares que no repitan lo establecido, muchas veces excluyente, sino que tiendan a resignificar el espacio escolar, generando procesos de identidad y pertenencia.
La iniciativa tiene a las/ os estudiantes como protagonistas y les acompaña, en el marco de una comunidad educativa que los contiene, en la construcción de nuevas realidades posibles.