El 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, la CTA de CABA, delegados de Subte y demás organizaciones viajamos en delegación a Jujuy para visitar a Milagro Sala.
Llevamos la solidaridad del pueblo, conmovido por la situación que está viviendo. La encontramos muy firme, muy entera y consciente del momento político. La situación con el Gobernador Gerardo Morales se encuentra muy difícil de resolver porque está el odio de clase, ante una mujer inteligente, solidaria y decidida a luchar por sus hermanas/os jujeñas/os tan postergados, además de ser negra, indígena y pobre. Morales no le perdona que organizó a los desposeídos y desposeídas en la Asociación TUPAK y que desarrollaron un trabajo social enorme. Muchas personas pudieron tener la casa propia, escuelas, hospitales, lugares de recreación para niñas/os y adolescentes y acceder a un trabajo digno.
Al visitar esos lugares dan ganas de llorar, todo abandonado, sin miras de volver a ser utilizado. Visitamos otros compañeros y compañeras en sus casas, que están con prisión domiciliaria y llevan una horrible pulsera, testigo de la injusticia. A pesar de todo tienen esperanzas de conseguir la libertad.
La Gobernación está vallada y rodeada de policías. El Gobernador ha firmado una Ley Contravencional que prohíbe toda clase de movilizaciones. Me pregunto: ¿Por qué tanto odio? ¿De qué tienen miedo? Temen que ante tanta corrupción el pueblo se les de vuelta y los hagan caer como pajaritos.
Iris Pereyra de Avellaneda
Presidenta de la Asociación Sobrevivientes,
Familiares, Compañeros/as de Campo de Mayo.
Vicepresidenta de La Liga Argentina
por los Derechos Humanos.