«CUANDO LA MEMORIA APARECE, SU LAZO CON LA JUSTICIA ES INDESTRUCTIBLE ´´

Por Juan Carlos Lopaczuk

El sábado 12 de octubre se inauguró una nueva esquina de la memoria en Barrio Cartero -Hurlingham- dedicada a Alicia Inés Rabinovich.

Detenida-desaparecida durante la última dictadura cívico-militar argentina. El lugar indicado fue la intersección de las arterias Eva Perón (ex Bustamante) y Santa Ana, a metros del domicilio donde habitaba Alicia Inés.  Actividad que se realizó debido al programa municipal de la subsecretaría de derechos humanos denominado «Esquinas de la Memoria´´, cuyo objetivo es mantener la memoria y el recuerdo de los/las vecinos/as víctimas del genocidio en el distrito.

Alicia había nacido el 12 de octubre de 1945, y su militancia política se inició en la secundaria cuando cursaba sus estudios en la escuela Ángel D` Elía de San Miguel. «Palli´´, como le decían sus conocidos y cercanos, organizaba festivales en la Juventud Comunista en esos tiempos. Se recibió en marzo de 1973 de Licenciada en Economía Política en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde también se desempeñaba como docente. Era ayudante de cátedra en la facultad de derecho. Allí fue donde se acercó a la izquierda peronista. Fue militante del Frente Revolucionario «17 de octubre (FR-17) ´´ y responsable de la salida del mensuario «En lucha´´. Trabajaba también en un estudio contable. Tenía dos hijos, Fernando y Abel con Pedro Sandoval, militante de la JRP (desaparecido en la última dictadura). Alicia, junto a tres compañeros más fue secuestrada por la dictadura militar de su domicilio en la calle Santa Ana en Hurlingham, el 10 de septiembre de 1976. Fue vista en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio llamado Puente 12. Alicia Inés continúa desaparecida.

En la jornada de señalización del sábado 12 de octubre en las calles Eva Perón y Santa Ana, estuvieron presentes familiares, amigos, referentes de derechos humanos y militantes sociales. Las primeras palabras estuvieron a cargo del intendente de Hurlingham Damián Selci, quién mencionó la importancia de las señalizaciones y mencionó: « Cuando la memoria aparece, su lazo con la justicia es indestructible´´.  A continuación, habló Fernando, hijo mayor de Alicia, quién recordó a su madre y los tiempos pasados con ella. Pablo Llonto, periodista y abogado especialista en derechos humanos, expresó la necesidad de mantener viva la memoria y destacó la posibilidad de que hoy en día se encuentren más de 500 represores en prisión gracias al trabajo de organismos defensores de los derechos humanos. Alejandra Rabinovich, trovadora, cantante y hermana de Alicia, entonó unas canciones en honor a su hermana. Finalmente, se destapó la señalización y el recuerdo de Alicia se hizo permanente a metros de su casa.

En tiempos en donde se tratan de imponer la crueldad, la desmemoria y el rechazo a nuestra identidad como pueblo, las esquinas de la memoria son un aire fresco y esperanzador. Mientras el individualismo parece que se hace moda, encuentros como estos plantean resistencia.

Como dijo alguna vez Nelson Mandela: «La mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarse siempre´´.

Y nos estamos levantando.