Por Gustavo Zapata*
En una película por ahí, escuché una metáfora sobre la conducción/jefatura que iluminó un poco alguna idea difusa. Era algo así como que “hay hombres que hacen un círculo y cuidan a los que están en él, su mujer, sus hijos. Otros hacen un círculo mayor para sus hermanos y hermanas. Pero algunos hombres tienen un gran destino: deben hacer uno que incluya a muchos, muchos más.” Imagen imperfecta: ¿Por qué no una mujer? ¿O un colectivo de responsables que se complementan? ¿Qué es hacerse cargo? Pero ayuda a pensar sobre liderazgos asumidos.
En nuestra sociedad de redes es cada vez es más intrincado (complejo dicen los que pegan sellos) sortear/surfear los problemas a que nos someten quienes manejan los teclados decisorios.
Una vida o familia singular ya tiene suficiente con garantizar techo, trabajo, alimento, vestimenta, energía y un largo etc. de necesidades que hacen a la supervivencia y proyección de sus generaciones.
Qué decir de ponerse en el lugar de quienes deben garantizar seguridad, salud, educación y el listado creciente de derechos masivos, ahora llamados privilegios por quienes renuncian a hacerse cargo de nada, salvo hacer ganar plata rápido y fácil para socios y cómplices.
Para nosotros y nosotras es imprescindible caracterizar a quien se responsabiliza de armar un equipo de resolvedores/as de problemas, planificación de soluciones y proyección de posibilidades… no digo ya diseñadores/as de esperanzas. Medir sus músculos e inteligencias es clave para la prosperidad de muchos o pocos. Volveremos sobre esto en otro artículo.
Hoy es claro que los que se llevan la que a Ud. Sra./r lectora/r le falta son los accionistas de esas empresas que hoy aconsejan/escriben leyes/ponen ministros. El círculo rojo del poder hoy es gobierno.
Pues bien, dibujar ese círculo no es tarea que asuma cualquiera y construir una idea madre, por ejemplo que los trabajadores/as vivan un poquito mejor, o que volvamos a la patria de las vacas libres y los peones atados, requiere de alguien con el cuero duro a la crítica pero que escuche atento/a las demandas sin perder el hilo de lo que propone. Que sepa que pretende encaminar una sociedad armada a base de robo y asesinatos ¿Tengo que recordarlo? Pueblos originarios, peones insumisos, provincianos/as con dignidad, inmigrantes con otras esperanzas y un largo adiós de tumbas olvidadas o frescas) y que tiene una sorpresita en medio de los aplausos. Que los dueños y dueñas son sagrados/as y sus ganancias la única religión oficial.
Si obedecés o agachás la cabeza, también recibirás un rebencazo, por las dudas.
El origen social de una conducción es un dato, pero la educación más o menos completa, de qué trabajaron, sus vivencias afectivo familiares, los viajes, los lenguajes conocidos… la estructura de ideas que manifiesta en sus expresiones y acciones, la forma en que trata a sus semejantes… hay indicadores claros de cómo ubicar a un equipo. Y es muy grave e influyente de acuerdo al poder que ostente o acumule. Con más fuerza acopiada, se verán de modo más claro sus capacidades, limitaciones y posibilidad de daño. A quiénes beneficia con lo que hace, la identidad de clase de su programa.
Del mismo modo, apreciar las competencias y aptitudes de un/a compañero/a, poder reconocer en qué puede ser útil a una organización, algo muy necesario para quienes deben tomas decisiones que marcan salidas o encerronas de una crisis, senderos de crecimiento o un atisbo de mejora para ese grupo. Y en ese sentido una agrupación es como un árbol: crece y fructifica o se seca.
Pero no alcanza con observar lo individual, porque la diferencia entre el éxito o fracaso de nuestras acciones no se mide en billetes – hay cosas que se venden – sino en cómo con equipos de personas le mejoramos la vida en algo a quien nos rodean o piden ayuda. Y eso depende de juntar voluntades, recursos, posibilidades de cada uno/a y muchos.
Humanidad es solidaridad.
La inteligencia colectiva es algo más poderoso que cualquier bolsón de dólares
*Gustavo Zapata
Secretario General de CTA
Morón –Hurlingam -Ituzaingó
Excelentes palabras e ideas, magistralmente expresadas. Tambien sabidas. Pero hasta el momento desde la asuncion de este ganso, los grupos resolvedores de problemas que cita la nota, no han dado, no saben o no han podido aportar respuestas necesarias a la degradacion a que somos sometidos y sometidas. Minimas o ausentes convocatorias. Sabido es, y hay miles de ejemplos que los derechos se consiguen en las calles.
Super interesante y coloquial el multifacético artículo de Gustavo Zapata. Felicitaciones Palabra Activa