En los 80, cuando las y los compañeros salían de las cárceles de la dictadura, lejos de recibir el abrazo y el reconocimiento de sus pares por haber tenido el valor de enfrentarla, lejos de recibir un reconocimiento por ser, en parte, protagonistas determinantes del advenimiento a la nueva democracia, tuvieron además que responder a una pregunta que en general, caía como puñalada bajo las costillas ¿Cómo fue que pudiste sobrevivir?
En los 90, para imponer el desguace del Estado y las privatizaciones, hubo que convencer a una parte importante de la población que ser funcionaria o funcionario público constituía una mala palabra y lo realmente prestigioso, era ser CEO de alguna empresa privada. Fue esta y no otra la razón, por la que lograron que una porción importante de las y los trabajadores con más años en las empresas del Estado accedieran a tomar lo que se conoció como retiro voluntario. Este consistía en ofrecerles una suma mayor de dinero del que les correspondía para firmar el acuerdo por el que renunciaban a su estabilidad laboral y se comprometían a no realizar reclamo alguno.
A ojos de la historia, la narrativa de los retiros voluntarios se convirtió en un crimen social.
El Macrismo en algo más que la última década, acuñó varios latiguillos de campaña de desprestigio permanente, como la pesada herencia, los 70 años de Populismo, etc. Macri es el primogénito perfecto de la oligarquía argentina, un paladar negro de la patria contratista.
Al momento actual Milei suma otros latiguillos, como la idea de que la justicia social constituye una aberración, que la culpa es de los socialistas y el asociativismo. De este modo se propone poner en discusión todo el andamiaje político, jurídico y social de la Argentina. En el mismo sentido llega al gobierno con un discurso que pretende dar por tierra los supuestos privilegios de la clase política que gobernó desde el 83, pero ni bien asume, gobierna con la misma estructura heredada del acuerdo de Macri y Patricia Bullrich, lo que constituye una nueva estafa electoral.
Podemos considerar a Macri y Milei parte de un mismo proceso, aunque surgen en circunstancias diferentes. Milei aparece en un contexto donde la expansión del capitalismo occidental se encuentra representada en su casa matriz (EE UU) por dos versiones de Derecha, Biden y Donal Trump. la primera ciertamente de derecha y la segunda de ultraderecha.
En América Latina este fenómeno se manifestó con la siguiente línea del tiempo: Trump-Bolsonaro-Milei, como consecuencia de las contradicciones expansionistas del imperialismo en occidente. Un capitalismo occidental que fomenta la guerra en Ucrania con la pretensión de expandirse al este de Europa, que es producto de la pérdida de protagonismo alcanzado por el desarrollo económico y militar de China y Rusia.
Nuestro pueblo va a resistir en las calles y en el congreso. Sabemos que estas luchas llegan en un escenario a la defensiva, lo que implica que, muy probablemente se aprueben las leyes de ajuste del gobierno, al menos así lo demuestra la historia.
¿Será la experiencia que debamos transitar? Quizá una gran oportunidad presente y futura en el camino para salir del círculo de repetición del ninguneo al pueblo argentino.
Por Cristian Tauil