Este verano guarda en su más profunda memoria las más grandes andanzas artísticas y maravillosos caminos, en donde la palabra protagonista de esta aventura es: AUTOGESTIÓN ¿Qué quiero decir con esto? que gracias a la fuerza de empuje, de espíritu, de convicción y las ganas de seguir creando, permitieron a NEHUÉN llevar a cabo un proyecto que viene siendo parte de un sueño colectivo desde hace un tiempo: El rodaje de ‘’NEHUÉN, La danza sin dueño’’.
NEHUÉN ‘’Fuerza de Espíritu’’ de origen mapuche, es un colectivo artístico que va camino a sus 30 años de vida, llevando en sus raíces la marca folklórica de nuestro país, buscando siempre darle vida al nativo/a de este tiempo, reivindicando al de ayer. Un grupo que nació un 25 de julio de 1992 en un típico barrio de la localidad bonaerense de Villa Ballester, de donde es oriundo su creador, Fernando Montivero, perteneciente al partido de Gral. San Martín. Un grupo que desde sus inicios, mantuvo fielmente la convicción de hacer arte llevando siempre un mensaje que demuestre la importancia de ser artista, que la danza vale y mucho, que el arte también puede ser visto como un trabajo, que requiere de tiempo y dedicación, de predisposición y, sobre todo, de compañerismo.
¿Cómo comenzó esta aventura?
En la cálida madrugada de un 20 de enero, desde Villa Ballester, este grupo de artistas y acompañantes que apuestan día a día a la danza, salieron rumbo a un viaje que marcó un antes y un después en nuestras vidas, un viaje que nos mantuvo unides desde compartir el sueño de que una vida mejor para les artistas, es posible.
NEHUÉN desde hace mucho tiempo realiza giras provinciales y nacionales, llevando el arte como bandera de libertad. Y esta vez, salió rumbo a inmensos lugares, llenos de historia, mística y caminos. Empezando por Cosquín (Córdoba), siguiendo por La Rioja, Salta, Jujuy, Córdoba nuevamente y, finalmente, Ceres (Provincia de Santa Fe). En cada lugar, NEHUÉN dejó fielmente marcada la impronta de ‘’Fuerza de Espíritu’, entrelazada entre los más bellos paisajes que rondan nuestra patria, porque también en el arte, está el sentimiento de la patria.
Ya inmerses en estos paisajes, comenzó un arduo trabajo de filmación, preparación, predisposición, compromisos y ensayos. De la mano del gran compañero que encabezó el rodaje, Claudio Andrés Grandía (oriundo de Mendoza), que aceptó estar junto a nosotres en esta gran gesta artística. Aportó sus máximos conocimientos, colaborando con la causa, poniéndose el proyecto al hombro, haciendo resonar fuertemente el hecho de la AUTOGESTIÓN. Cada espacio seleccionado para rodar esta bella historia tuvo como protagonista una de las más apasionantes aventuras de la danza de estos últimos tiempos.
NEHUÉN con su gran potencial, protagonizó sus grandes clásicos y también los más contemporáneos. Rescatar al native de este tiempo es lo principal y defenderle siempre. Cada momento vivido forma parte de los recuerdos más preciados para cada une de nosotres, testigos y partícipes de esta aventura. Ahora, está en nuestro imaginario seguir caminando unides para mostrar y demostrar que los sueños se cumplen, que son posibles, que la energía de las vivencias ancestrales perduran a través de nosotres y, sobre todo, que nadie sabe más que todes juntes…
Martín Sebastián Orlando