El 3 de junio pasado, se concretó una nueva convocatoria de Ni una menos. Con los lemas “La deuda es con nosotres. Que la paguen los que la fugaron”, “Vivas, libres y desendeudades nos queremos”, se extendió en todo el territorio argentino.
Siete años han pasado desde la primera convocatoria de “Ni una menos”. Algunas de las demandas que se plantearon en ese momento, fueron tomadas en cuenta; otras aún son un agobiante pendiente.
El proceso de lucha que los Feminismos y el Movimiento de mujeres llevaban adelante tuvo un fuerte impulso en el 2015. Temas como el aborto, abuso sexual, lenguaje inclusivo, entre otros, llegaban a los medios de comunicación como nunca antes había sucedido. Un grupo de periodistas y actrices, pudieron desde sus lugares de trabajo, propiciar su inclusión. Pasaron a ser parte de la agenda pública y política.
Es innegable que, desde ese momento, el avance de las propuestas feministas creció considerablemente, como lo muestra la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Pero también es indignante y preocupante que se siga atropellando los derechos de las mujeres y de las disidencias. Como lo muestran los siguientes datos, entre el 1ro de enero al 30 de abril de 2022(*):
- 104 FEMICIDIOS.
- 4 TRANSFEMICIDIOS/TRASVESTICIDIOS.
- 93 NIÑES PERDIERON A SUS MADRES COMO CONSECUENCIA DE LA VIOLENCIA MACHISTA.
- 1 FEMICIDIO CADA 28 HORAS.
- EL 60% DE LOS FEMICIDIOS FUE COMETIDO POR LAS PAREJAS Y EX PAREJAS DE LAS VÍCTIMAS.
Lejos estamos aún del mundo que soñamos. Pero sabemos, que lo imposible se hace posible con la lucha colectiva.
Desde el 2015, cada 3J nos interpela, nos reúne, nos llena de energía, nos potencia.
“TODOS LOS FEMICIDIOS Y TRANSFEMICIDIOS SON EVITABLES. SI HAY POLÍTICAS CONCRETAS Y RECURSOS SUFICIENTES PARA PREVENIRLOS.
Al Estado le decimos: ¡Basta de violencia machista! ¡Basta de muertes evitables!” (**)
Susana Rivadera
Para Palabra Activa